El esguince de tobillo, La Lesión más frecuente de los Corredores
El esguince es un daño estructural parcial de un ligamento que no llega a romperse. Las causas de ese daño suelen ser varias, pero la más frecuente es sobrepasar el límite de movimiento articular, lo que hace tensar en exceso ese ligamento, desgarrándolo o distendiéndolo más de lo normal.
El lugar más común para un esguince es un tobillo. Un esguince de tobillo puede ocurrir cuando usted se cae, cuando súbitamente tuerce su tobillo demasiado o cuando fuerza la articulación fuera de su posición normal, esto último, por ejemplo, cuando usted cae sobre su pie de una manera anormal después de un salto. La mayoría de los esguinces de tobillo ocurren durante las actividades deportivas o al caminar o correr sobre una superficie que no es uniforme.
Las señas de un esguince de tobillo pueden incluir:
- dolor o sensibilidad al tacto
- hinchazón
- formación de moretones
- incapacidad para caminar o sostener peso apoyándose en la articulación
- rigidez
La gravedad de un esguince de tobillo depende de qué tanto se estiraron o desgarraron los ligamentos. Si el esguince es leve, puede no haber mucho dolor o hinchazón, y puede que los ligamentos solamente se hayan estirado. Si el esguince es grave, uno o más ligamentos puede estar desgarrado, y la articulación puede estar excesivamente hinchada. Un esguince grave también puede resultar extremadamente doloroso.
¿Cuánto voy a tardar en poder volver a utilizar mi tobillo?
Esto depende de qué tan grave sea su esguince. Si la gravedad de su esguince es menor, el médico le puede sugerir que comience a tratar de usar el tobillo relativamente pronto; al primer o tercer día después de sufrir su lesión.
Algunas veces se necesitan ejercicios especiales para recuperar la fortaleza y ayudar a disminuir la probabilidad de tener problemas continuos. Es probable que usted tenga que darle apoyo al tobillo con vendajes o sujetadores para ayudar a protegerlo de volverse a lesionar.