Cómo prevenir los efectos del cortisol al desarrollar masa muscular
La hormona cortisol es producida por el organismo en casos de estrés o en situaciones de excesiva actividad física y de mala alimentación. El proceso que aumenta los niveles de cortisol, es un método de defensa del organismo: en estado de shock, el cortisol ayuda a actuar rápidamente; en caso de hambre, obliga a buscar comida y en caso de actividad física excesiva, incrementa la fuerza.
Sin embargo, el aumento de los niveles de cortisol provoca la destrucción de los tejidos: éstos se descomponen por la necesidad del organismo de consumir aminoácidos y glucosa (la cual está presente en los músculos en forma de glucógeno para garantizar su funcionamiento). La presión arterial alta incrementa el envío de grandes cantidades de glucosa al cerebro, lo cual es un efecto del cortisol, lo que, a su vez, provoca una ráfaga de energía y una especie de “shock de adrenalina”.
Los que practican ejercicios de musculación con en algun momento de su programa experimentará síntomas de sobre-entrenamiento. El sobre-entrenamiento puede llevar a una lesión seria, fatiga crónica e incluso a la pérdida de músculo. El sobre-entrenamiento es muy común entre los atletas, ya que presuponen que entrenar tanto como sea posible es la manera más rápida de obtener ganancias masivas de músculo.
Sin embargo, esto está muy lejos de ser verdad. Entrenar demasiado o a una intensidad muy alta llevará al sobre-entrenamiento. Ahora bien, esto no significa que no tengas que poner todo tu esfuerzo para ver algunos resultados decentes. Seas un físico culturista, atleta o alguien que desea añadir algo de masa adicional a su estructura, debes entrenar duro y ser consistente, eso se da por hecho. Para sacar el máximo provecho de tu genética, tienes que sobrecargar tus músculos progresivamente incrementando el peso y/o la intensidad de cada sesión de entrenamiento con pesas.
Sin embargo, el problema es que muchos de nosotros incrementamos la intensidad de nuestros ejercicios o no descansamos lo suficiente, o peor aún, una combinación de ambos. El truco es encontrar el equilibrio adecuado entre volumen de ejercicio e intensidad y descanso y recuperación.
La recomendación de no entrenar más de 45 minutos, en gran parte, se fundamenta en el hecho que después de este tiempo los niveles de cortisol aumentan, empiezan los procesos anabólicos y el organismo comienza a destruir los tejidos musculares. Otros estudios científicos demuestran que los niveles de cortisol disminuyen si se consume durante el entrenamiento de 5 a 10 gr de BCAA (abreviatura para denominar la combinación de aminoácidos ramificados: leucina, isoleucina y valina) mezclados con carbohidratos simples.
La dieta juega un papel enorme en tu programa de culturismo. Ayuda a regular los niveles hormonales, proporciona energía y suministra los bloques de construcción esenciales que son utilizados para crear tejido nuevo, por lo que recomendamos también cuidar de este aspecto de tu entrenamiento.