En todo deporte, siempre existe el riesgo de sufrir una lesión y el correr no es la excepción, las contracturas musculares, las roturas de fibras de gemelo o la fascitis plantar son las lesiones más frecuentes entre los corredores no profesionales. Por ello, en este articulo comenzaremos a contarte una serie de pautas para hacer este deporte mucho más saludable y evitar lesiones al correr.
Ojo con tus zapatillas:
Cada corredor tiene su zapatilla, y las hay para todas las superficies y ritmos. Tamaños no sólo de largo sino de ancho y materiales que protegen a la vez que transpiran. Pero ninguna viene con un salvavidas para la lesión, ni mucho menos las curan. Y, por mucho que hayan evolucionado, la duración sigue siendo limitada: aparentemente están nuevas pero ya no amortiguan ni sujetan, los expertos recomiendan cambiar las zapatillas cada 500 millas (800 Km. aprox.) o todos los años, lo que antes se produzca, para mantener el apoyo y la absorción de impactos a los niveles correctos.
Calentar y enfriar los músculos:
El objetivo de un calentamiento es dar tiempo al cuerpo para prepararse física y mentalmente para el ejercicio que vaya a realizar. Debería incluir ejercicio cardiovascular, seguido de estiramientos y algunos ejercicios específicos para correr. Enfriar ayuda al cuerpo a volver a la normalidad después de hacer un ejercicio enérgico. Se recomienda Realizar estiramientos desde la columna cervical, dorsal, lumbar, tronco, hombros, brazos, antebrazos, espalda, cadera, rodilla, pantorrilla, muslo posterior, cuádriceps y pierna.
Cuida tu postura al correr:
Una de las razones principales por la que los corredores se lesionan tanto es debido a su mala postura al correr. Aunque el cuerpo humano está diseñado para correr, el estilo de vida moderno nos obliga a pasar muchas horas sentado, mantener malas posturas y utilizar calzado poco sano y sobre protector para los pies, lo que provoca que más del 80% de los corredores habituales desarrollen un estilo al correr que incrementa significativamente la probabilidad de lesionarse. Y es que este deporte parece tan simple que la gran mayoría de los corredores no se plantean que estilo tienen ni si están corriendo correctamente hasta que se lesionan.
Practica otros deportes:
Alternar los días de correr con deportes complementarios te servirá de entrenamiento y evitará lesiones, Andar en bicicleta o practicar natación no solo fortalecerá tus músculos sino que darán un respiro a tus articulaciones porque estos deportes poseen menos impacto que el correr. Además, es un hecho que los triatletas tienen grandes resultados en carreras populares frente a quienes solamente corren.
Potencia tus músculos:
Trabaja tu cuerpo de manera integral para que tu desempeño al correr sea cada vez mejor, debes tener fuerza muscular, un poco de ejercicio en el gimnasio como pesas podrán darle a tus músculos la fuerza necesaria y de esta manera disminuir las probabilidades de sufrir una lesión.
Y recuerda que si tienes un dolor que no es el típico de la fatiga y no desaparece después unos días -máximo una semana- siempre es recomendable buscar ayuda de un médico, un fisioterapeuta o un podólogo. También asesorarte con algún experto en medicina del deporte, te reduce 80% los riesgos de sufrir lesiones.