Elegir el sillín de bicicleta correcto puede ser todo un desafío, pero vale la pena hacer el esfuerzo de encontrar el adecuado, siendo una de las claves principales la de buscar la máxima comodidad – cuanto más cómodos nos sintamos encima de la bici, más tiempo (y más rápido) seremos capaces de rodar. No sólo importa si es para mujer u hombre, que son diferentes, sino también en nuestra postura al pedalear, en el tipo de bici, ya que es diferente si es de paseo o ciudad donde nuestra postura es más erguida, o si es una MTB, bici de ruta o para practicar cicloturismo.
Consideraciones Anatómicas
El apoyo sobre el sillín se hace en la pelvis o cintura pelviana. La pelvis está formada por tres elementos: el sacro (por detrás) y dos huesos iliácos (los laterales). Cada hueso iliáco está compuesto a su vez por otros tres: el ilión, el isquión y el pubis. Sobre este último, en concreto, sobre la tuberosidad isquiática es sobre la que nos sentamos, ya sea en una silla o en un sillín de ciclismo.
Así como los zapatos tienen medidas, los sillines también y estás son (entre las más comunes) y de acuerdo a su anchura: 130mm, 143mm y 155mm, en el caso de la marca Specialized. De acuerdo a estas medidas los sillines de 130mm sería para distancias entre ísquiones de entre 70 -100mm; sillines de 143mm para 100 -130mm; y 155mm para ísquiones de 130 -160mm.
Consideraciones de Género
También es importante tomar en cuenta que los sillines para mujeres deben estar adaptados a su morfología. Y es que la pelvis de la mujer es más ancha que la del hombre. El espacio entre los isquiones es mayor debido a que está preparada para facilitar el parto y la gestación. Por lo tanto, un sillín de mujer ha de ser más ancho que uno de hombre para permitir un correcto apoyo de los isquiones, además de ser más bajo para evitar presiones en una zona más sensible, ya que el área de apoyo es menor.
Por último, existe una tendencia a hacer los sillines de mujer muy acolchados, cuando tendrían que ser firmes. El acolchado lo único que va a permitir es que los isquioes se claven más, consiguiendo el mismo efecto que un sillín alto y presionando la zona perineal en exceso.
Cómo colocar el sillín
Aunque hayamos elegido el sillín más adecuado a nuestras características, si este está mal colocado en la tija, es probable que nos pueda producir molestias, por lo que su correcta colocación es tan importante como su correcta elección. Atendiendo a la morfología de los huesos de la cadera, si se cocoloca el sillín con la punta hacia arriba estaremos reduciendo el espacio existente entre los isquiones y el sillín, con lo que aumentaremos la mpresión en la zona perineal.
Para ajustar el sillín de forma correcta podemos utilizar una fórmula que, pese a no ser exacta, se ajusta bastante a la realidad y nos vale como punto de referencia. Multiplicamos la altura que hay desde el suelo a la entrepierna (nos podemos servir de una regla que pondremos en medio de nuestras piernas para calcular la altura exacta) por 0,885. La distancia que obtenemos de la operación la trasladamos a la bicicleta al igual que en la imagen, midiendo desde el centro de la biela hasta la parte alta del sillín.
La elección del sillín correcto tiende a ser un proceso reiterativo – los ciclistas más experimentados han probado unos cuantos antes de decidirse por un favorito. Para evitar tener que comprar unos cuantos sillines antes de elegir el bueno, piensa en lo que te pasa con el actual y que no funciona para ti.