Esta demostrado que el ejercicio durante el embarazo es de suma importancia, ayuda a la madre a mantenerse saludable y en forma durante el período de gestación. La natación es uno de los deportes más completos que existen, y uno de los más aconsejados para las embarazadas, porque el agua reduce considerablemente los posibles impactos que pudieran afectar la criatura. Por ello y por otras razones que explicaremos, la natación en embarazadas, se postula como el mejor ejercicio pre-natal por su bajo impacto y eficacia.
El agua hace que los cuerpos que se encuentran sumergidos en ella rebajen enormemente su peso físico por tanto ejercitarse en el agua es ideal para las embarazadas, ya que al aprovechar la flotación en el agua, estarías apoyando tan solo un 50% de tu propio peso, reduciendo así el riesgo de lastimarte.
La temperatura del agua colabora con la flexibilidad que necesitan las embarazadas, debido a que los músculos en un elemento líquido y a temperatura agradable se pueden relajar mejor y están más aptos para estirarse sin correr el riesgo de sufrir lesiones. Asimismo, el agua templada puede favorecer notablemente la relajación de la mamá por su efecto sedante.
Antes de empezar a practicar natación, es de suma importancia que se comunique con su médico para que éste apruebe el ejercicio. Esto ocurre porque algunas madres son propensas a presentar complicaciones durante el embarazo y, en este caso, el ejercicio prenatal podría aumentar el riesgo de que ocurran.
Se deben realizar ejercicios de movilidad articular, fortalecimiento y elongación de los principales grupos musculares comprometidos durante el embarazo y parto. Esto conlleva un trabajo de la respiración y la relajación, muy conveniente para poder atravesar dolores y tensiones corporales que podrían llegar en el parto.
Nadar es un gran ejercicio que nos sirve igualmente para tener un excelente desarrollo no sólo de la gestación sino también del alumbramiento.