Las últimas estadísticas al respecto muestran que los programas de prevención de la obesidad en la población infantil no están funcionando, Los problemas de peso no son una cuestión de estética, es un problema muy serio de salud. Los niños obesos tienen más posibilidades de ser adultos obesos, es decir, más propensos a padecer de mayores diabetes, hipertensión arterial, arteriosclerosis, enfermedades cardiovasculares, accidentes vasculares cerebrales, artrosis, ciertos tipos de cáncer, enfermedades del sueño… Y no siempre hay que esperar a la edad adulta para comprobar los efectos perjudiciales del sobrepeso, ya de pequeños pueden tener unos niveles de colesterol y tensión por encima de lo normal, diabetes, problemas psicológicos, etc.
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