Cualquier atleta que entrene en exceso está en riesgo de desarrollar fatiga deportiva y sobreagotamiento, este síndrome genera alteraciones fisiológicas como: pesadez y dolores musculares, cansancio continuo, debilidad, cambios en el ritmo cardio-respiratorio, falta de coordinación en los movimientos y fuertes deseos de abandonar el ejercicio. Cuando el sobre-agotamiento es continuado, pueden presentarse signos como irritabilidad, alteraciones del sueño, pérdida de peso, descenso rotundo en el rendimiento, falta de concentración y atención. Vamos a hablar entonces de cómo evitar la fatiga y el sobreagotamiento durante tu entrenamiento